Este era el título y decía
así:
Éxodo:
salida, partida, huida. (2012)
30.000 personas han
huido de Siria: niños, ancianos, mujeres, hombres. Otro 1.000.000 ha tenido que
huir de sus casa ante el riesgo seguro de que una bomba o un misil las destruya
y/o caigan sobre sus cabezas tanto las bombas como la casa, o quizá, algún arma
química le alcance allá donde esté. Y otros miles ya no irán a ningún sitio porque
están muertos.
100.000.000 mil
millones de euros se calcula que han 'salido' de España en el 2012 con destino
a paraísos fiscales, no les ha quedado más remedio que huir de otros tantos
millones de personas que exigen salarios dignos, sanidad y colegios públicos y
gratuitos.
100.000.000 mil
millones de euros es la partida de dinero que el gobierno español ha pedido a
sus vecinos europeos para que los bancos españoles puedan salir de la crisis
financiera que, por una gestión dudosa, ellos mismos han provocado.
4.200.000 personas
mueren de hambre en el mundo cada año, en su mayoría niños que no pueden huir
de su destino.
120 k de comida al año
parte con destino a la basura de la mano de cada ciudadano occidental, al que
sin duda le cabe más en el ojo que en la tripa.
Hace muchos años
existió un señor llamado Moisés, lucía largas barbas porque era muy muy
anciano, pero que ideó la huida (éxodo) del pueblo de Israel, cruzando el Mar
rojo en búsqueda de la tierra prometida.
Hoy, tantos años
después, la hazaña del éxodo promovido por Moisés que a lo largo de la historia
ha sido difundida por todas las religiones como un hecho cierto, nos revela no octante
una evidencia que no ha perdido vigencia: el éxodo no ha cesado. El hombre de
la era Internet sigue siendo un Moisés que busca su tierra prometida.
Los Sirios buscan
sobrevivir a un dictador sanguinario que los está matando dos veces. Los que
evaden el dinero con su insolidaridad desprecian a las personas que compra los
productos y utiliza los servicios de sus empresas. Sería bueno, por ejemplo,
que iniciáramos el éxodo de dejar de ser sus clientes y así demostraríamos
también nuestro poder.
El gobierno que pide
dinero para los bancos y asfixia al pueblo, no sólo está dando un palo en la
mierda que nos salpica a todos, sino que con la constitución los que nos
gobiernan se han limpiado el culo.
Los millones de
personas que mueren de hambre no son nada más que la demostración del poder
exterminador que ha alcanzado el hombre civilizado, y el juego sucio de
instituciones mundiales que dicen velar por ellos.
La comida que tiramos
al cubo no es otra cosa que la evidencia de que somos un producto, un número
programado para consumir y engordar las cuentas de los que evaden 'su dinero'.
Y el éxodo al que nos
están empujando, corre el mismo riesgo que el pueblo que guió Moisés, aquel que
todavía no ha encontrado su tierra prometida.
No tenemos remedio ni
perdón, nos pasa lo que nos merecemos. ¿Acaso no somos mayoría el pueblo llano,
acaso no podemos rebelarnos en masa en contra del sistema de castas y clases
propias de la Edad Media al que nos están conduciendo?